La frontera hispano lusa es una fuente riquísima de cultura. Una muestra es la conservación de la lengua mirandesa, que acaba de ser objeto de estudio por la investigadora Aurelia Merlan, que ve la luz en el libro El mirandés: situación sociolingüística de una lengua minoritaria en la zona fronteriza portugueso-española. En la raia hay cierta variedad de falas como se aprecia en Montalegre, en Chaves o en Vinhais.
En la Terra de Miranda se habla el mirandés en 16 de las 17 parroquias de esta comarca. Ya fue más hablado siglos atrás que ahora. Como dice Merlan, esta lengua siempre estuvo en contacto con otros idiomas románticos como el castellano, el portugués y el gallego, amén de variedades astures.
Se mantuvo porque nunca lo hablaron más de 15.000 habitantes, porque es una lengua sin prestigio y por el aislamiento de una zona muy rural de bajo nivel educativo. Se calcula que hoy lo hablan cerca de 6.000 personas. Tiene tres variedades: l mirandés, de la raia; l sendinés en Sendim y l mirandés del resto de la Terra de Miranda.
Esta lengua no procede del portugués, dice Aurelia Merlan, pues deriva del astur-leonés. En 1999 una ley regula el derecho de su aprendizaje, pero como asignatura optativa. Durante siglos fue lengua madre en la zona. Hoy la Cámara Municipal favorece entre los niños su aprendizaje con proyectos como el libro titulado: Las mies purmeiras palabras an mirandés, del Centro de Estudos António Maria Mourinho. Como se les dice a los pequeños, «este lhibrico fui feito para ti. Eiqui bás a ancuntrar muitas palabras que yá conheces i outras tantas que talbeç inda nun sabas».
El mirandés bebe lheite, va a misa a la eigreja, tiene eilusióny al levantarse toma el zaiuno. Y con las nuevas tecnologías puede eiditar una obra an suporte eilectrónico. La llamada biblia de los mirandeses es el libro Ditos dezideiros, de António Maria Mourinho. Como ahí se lee, «an purmeiro lhugar stá la lhéngua pues fui la lhéngua qu' ansinou ls mirandeses a falar». Cuando el mirandés está triste siente l dolor.
Adultos y niños fueron objeto de burla por hablar esta lengua, de ahí el complejo de inferioridad que facilitó la expansión del portugués. La investigación de Merlan revela que hasta los años ochenta y noventa del siglo XX sus hablantes creían que era un dialecto del portugués mal hablado. Hoy la comunidad mirandesa es trilingüe, pues habla, además, portugués y español.
A mayor edad, más se habla el mirandés. «Una de cada dos personas con más de 60 años lo habla bien», señala Merlan. A pesar de ser la lengua de la gente sencilla, hay ciudadanos con carreras universitarias que lo hablan muy bien.
Una riqueza cultural ajena a la frontera política
Entre los escolares lo habla bien un 2,8%, según la encuesta hecha por la profesora asturiana en su libro que le publica la Academia de la Llingua Asturiana. Es el mirandés hoy la segunda lengua oficial de Portugal, algo es algo, pero muy minoritaria, reducida a su zona. Un tesoro que no debe perderse en una raia seca que esconde tanta riqueza patrimonial.
En la obra Lhiteratura, Alves muestra frases como esta: «Un hijo dice a su madre: Ah, mai, stais tan bien eiqui! Nun bos falta nada! Quei quereis ir para buossa casa a fazer bós solica?». Dice Aurelia Merlan que la presencia de esta variedad astur-leonesa en territorio portugués demuestra que la frontera lingüística entre España y Portugal no coincide con la política.
Por eso a lo largo de esa raia apasionante se identifican cinco zonas de contacto en las que se hablan variedades lingüísticas fronterizas. Así Merlan recuerda la zona de la frontera luso-galaica, la zona nordeste que hace frontera con Zamora, una tercera en la frontera de Portugal con Salamanca y Cáceres. La cuarta zona la integran los municipios de Alandroal, Campo Maior y Elvas en Portugal, sumándole Olivenza, en territorio español. La última zona es la de la villa de Barrancos, en la frontera con la provincia de Huelva.
El mirandés conserva similitudes con la lengua astur-leonesa que nada tienen que ver con la galaico-portuguesa, dice la investigadora. Por haber sido durante ochocientos años una lengua minoritaria dada su precariedad, aún hoy lo es de tal forma que engrosa el catálogo de lenguas en peligro de extinción. Ni siquiera la Iglesia, pues Miranda llegó a ser en los siglos XVI y XVIII cabeza de obispado, tuvo en cuenta la lengua del lugar que sigue en retroceso, pues en el ámbito privado o familiar no es exclusiva, al hablarse también el portugués. Acabó su exclusividad como lhéngua de llar, que dicen ellos.
La Cámara Municipal de Miranda informa al visitante de que quien se acerque a esta ciudad y comience a pasear sus calles con el objetivo de escuchar a los vecinos hablar mirandés «porá não encontralos fácilmente».
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2 comentários:
Me temo que ha habido un error: yo no soy el autor de ese artículo (qué más quisiera). Yo sólo puse el enlace de la Voz de Galicia en mi twitter ;-)
Si si, çculpai, la culpa nun ye mie... ye dal cambiu de la hora que nun andu bien spiêrtu hoije.
Y açpuis cume vie al tou nome an baixu, nua nuova de la tierra alantre, pior inda que pensei mesmu que l'habiês screbidu tu héhé
Pus ya puje todu cume debe de ser, pensu you.
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